Fobias, frecuentes
Las fobias de los argentinos
Casi un 30% de los habitantes de nuestro país las padecen, aunque la mayoría de ellos no las tratan.
Para saber cuáles son las más comunes, las más raras y cómo se pueden superar, 26noticias.com.ar habló con el Doctor Gustavo Bustamante, Director General de la Fundación Fobia Club.
Ver una cucaracha, viajar en avión, estar en una habitación con las luces apagadas o subirse a un ascensor. Todas estas acciones que pueden resultar cotidianas para algunos, para otros se convierten en un verdadero karma, que sólo alcanzar a entender aquellos que también lo padezcan.
Para conocer de qué se tratan las fobias, cuáles son las más comunes y de qué manera pueden superarse, 26noticias.com.ar charló con el Doctor Gustavo Bustamante, quien es el Director General de la Fundación Fobia Club.
¿Qué es una fobia?
Es un miedo irracional, desmedido y desproporcionado ya sea a un objeto, a una situación o a un animal. La simple presencia de ese objeto, imaginarlo o verlo en una pantalla, lleva a las personas que lo padecen a tener reacciones o síntomas físicos. Tienen una gran necesidad de evitarlo y de escaparse de esa situación. Ni siquiera quieren escuchar hablar del tema.
¿En qué se diferencia una fobia de un temor?
En principio hay que tener en cuenta que el miedo es una emoción básica que tenemos todos los animales y que nos sirve como elemento de adaptación. En casi un 30% de la población, estos miedos se convierten en desproporcionados y desajustados. Por ejemplo, cuando una persona dice que no se quiere subir a un ascensor porque se va a ahogar y se va a morir, realmente no es así porque no se encuentran datos estadísticos de gente que se muera por subirse a un ascensor. Sin embargo, son capaces de subir 20 pisos por escalera. También hay gente que le tiene fobia a sacarse sangre. Una jeringa los angustia y los llena de temor. Por eso decimos que es desproporcionada la reacción. Después hay miedos que son normales. Si un chiquito de 5 años le tiene miedo a la oscuridad o a quedarse sólo es normal. Ahora si hablamos de una persona de 40 años que no quiere apagar las luces de su casa, ya vamos a pensar en una fobia.
¿Y qué son los trastornos de ansiedad?
En las personas con trastornos de ansiedad o ataques de pánico, el miedo surge en forma intensa e inesperada, sin relación a un objeto o a una situación. El pánico aparece con taquicardia, ahogo, desesperación, angustia y la persona no sabe y no puede relacionar a qué le está teniendo miedo. Generalmente no quieren viajar solos por el temor a que nadie los pueda auxiliar en caso de sufrir un ataque. Tampoco tienen deseos de irse de viaje y buscan estar cerca de su casa permanentemente.
Después hay muchos otros cuadros, como el trastorno de ansiedad social, que es el temor a ser evaluado u observado y lo padecen, por ejemplo, quienes no pueden rendir exámenes orales o tener presentaciones en público. Son dificultades muy grandes que afectan enormemente la calidad de vida y conllevan el riesgo de que una persona comience a tomar alcohol o consumir drogas para desinhibirse. Lo sufre casi el 13% de la población y es un grupo de riesgo. Muchos jóvenes no se dan cuenta pero tienen dificultades para interactuar y eso los lleva a no presentarse en entrevistas de trabajo o tienen dificultades para conseguir una pareja o amigos. Terminan en un aislamiento que los conduce a la depresión y las adicciones.
¿Todas las fobias se pueden superar?
Hay que trabajar con terapias conductivas, que son las más eficaces para este tipo de cuadros. En algunos casos hay que colaborar con medicación o haciendo exposiciones. Va dependiendo del actor. Algunas personas logran resolverlo totalmente. Son casos de pacientes que le tenían fobia a los perros y terminaron comprándose uno. Otros alcanzan a disminuir el temor.
¿Hay hechos puntuales que provocan que varias personas descubran que son fóbicas a algo? ¿La tragedia aérea de Río Negro, por ejmplo, puede despertar la fobia a volar de muchos?
Sí, desgraciadamente la dolorosa catástrofe hace que muchas personas, por haber escuchado, visto o imaginado la situación, empiecen a tener síntomas fóbicos. Y aquél que era ya un fóbico a volar, comienza a sobreinformarse. En ese caso hay que tratar la dosificación de esa información. Lo que hay que decir es que el avión sigue siendo el medio de transporte más seguro. De todas formas, hay gente que no quiere viajar en avión por no tener el control del volante y prefieren manejar 1500 kilómetros.
¿Cuáles son las fobias más comunes que aquejan a los argentinos?
La mayoría sufre de claustrofobia, aunque pocos la tratan. Muchas personas lo minimizan y cuando están en un espacio cerrado y sin ventana sienten la típica angustia. La segunda en orden de importancia tiene que ver con la fobia a manejar. Últimamente estamos recibiendo cada vez más casos de este tipo. Después vienen las fobias a los animales domésticos. ¿Alguien puede tenerle fobia a un león? Sí, pero es poco frecuente cruzarse con uno, a menos que viva en África.
¿Y las más raras?
Pareciera como que uno puede ser fóbico a cualquier cosa, pero a ciencia cierta no es así. De todas maneras hay fobias bastante originales. Hemos tratado gente con fobia a los botones, a las verduras y a determinados nombres. Un autor español me comentó que en una oportunidad tuvo un paciente fóbico a las flores. Hay pacientes adultos con fobia al viento y cuando sienten una pequeña brisa, se encierran en sus casas y se imaginan que se viene un temporal o un huracán, aunque en realidad nunca hayan vivido una situación así. Hasta no les permiten salir al patio a sus hijos.
Aquellos interesados en contactarse con la fundación, pueden consultar la página web www.fobiaclub.com, llamar al 4806-1119 o acercarse a las charlas que el grupo da todos los martes a las 18.30, en Junín 1445 (Capital Federal). Cabe destacar que el club es abierto tanto para la persona que padezca una fobia, como para familiares y amigos.
Por Martín Arcuri F:26noticias.com.ar24/05/11
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