INFANCIA INVISIBLE Y SILENCIADA
A pesar de las dimensiones de esta tragedia a nivel mundial, se trata de una infancia y adolescencia invisible y silenciada. Son las víctimas olvidadas de la violencia machista. No aparecen en las estadísticas oficiales sobre violencia de género, el personal que los atiende no conoce ni puede detectar cuáles son ni en qué medida padecen estos/as menores las secuelas de dicha violencia y qué consecuencias tendrá en su desarrollo.
Según el informe de la Organización Save The Children, “Atención a los niños y niñas víctimas de violencia de género”:
“Los niños y niñas son víctimas de la violencia de género, y como tales deben ser atendidos y contemplados por el sistema de protección. (…). Un criterio básico de la formación de los y las profesionales es hacerles ver que la violencia no es sólo la agresión física y la violencia de género es prueba de ello: no son las lesiones físicas sino el miedo y la anulación que sufren tanto mujeres como niños y niñas lo que los iguala en su condición de víctimas.” (…)
SECUELAS DE LA VIOLENCIA
“Entre los efectos de la violencia de género sobre los niños y niñas destacamos los siguientes: Problemas de socialización: aislamiento, inseguridad, agresividad. Problemas de integración en la escuela, problemas de concentración, déficit atencional y disminución del rendimiento escolar. Síntomas de estrés postraumático como insomnio, pesadillas, fobias, ansiedad. Conductas regresivas: eneuresis y ecopresis. Síntomas depresivos: llanto, tristeza, aislamiento. Alteraciones del desarrollo afectivo, etc.”
Save the Children.
PAPEL DE LOS HIJOS/AS ENTRE MALTRATADOR Y MUJER VÍCTIMA
El maltratador es consciente del papel tan importante que juegan los hijos e hijas en la vida de la mujer y los utiliza a través del maltrato psicológico, a veces incluso físico, con el fin de seguir controlándola, especialmente tras la separación conyugal o de pareja. Son el arma perfecta del agresor contra la madre, su objetivo principal.
De esta manera, la mujer se enfrenta a al desgaste psicológico grave que produce el miedo al maltrato en potencia que puedan sufrir sus hijos e hijas por parte de su padre o padastro mientras dure el contacto con él.
ROMPER LA CADENA INTERGENERACIONAL DE LA VIOLENCIA
Romper la cadena intergeneracional de la violencia de género en el ámbito familiar es un objetivo básico para acabar con ella, de lo contrario continuará “la interiorización o aprendizaje de modelos violentos y posibilidad de repetirlos, tanto víctima como agresor, y la internalización de roles de género erróneos” como señala Save the Children.
Save the Children. (Tita Redondo)
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