Blogia
Hosp. CISB :Centro Integral de Salud Banda

Autos, accidentes y niños:

Martes 08 de Abril del 2014

Estamos vivos de casualidad

POR RUBEN DARAY
Para mí fue toda una sorpresa, y de verdad siempre considere que con lo que me gustan los autos, yo entendía del tema. Un error importante de apreciación el mío.
Hace ya unos 22 años viajando por Europa con un grupo de periodistas, visitamos una fábrica de autos, podría decir una más. Pero esta vez mi vida iba a cambiar y como siempre me pasa, jamás me doy cuenta. Por poner un ejemplo, cuando deje de correr en autos, me convertí en productor y conductor de un programa de TV y ya nunca quise volver atrás y tampoco me pregunte qué había pasado.

Mientras el grupo se levantaba después de una increíble charla con el encargado/jefe de seguridad de esos automóviles, mi inquietud, movilizada por el reciente nacimiento de mi primera hija, me hizo preguntarle en mi reconocido espantoso inglés, cuál era el lugar más seguro para un recién nacido en un automóvil? Y la respuesta no tardó en llegar y en perfecto castellano…”No se preocupe, me dicen Pancho, mi mamá es española y habla perfecto su lengua, deje a su hija en su casa”. Dándome claramente a entender que en ningún auto existe un lugar 100% seguro para los niños.

Mi inquietud entonces se transformó en querer aprender de este Sr. “Pancho” (jamás pude retener su apellido sueco) todo lo que sea para resguardar a mi hija recién nacida. Y entonces, me explicó durante más de dos horas, cada detalle de la construcción de un automóvil, visto desde la seguridad, algo que jamás yo había imaginado.

Hoy llevo 18 años recorriendo el país, transmitiendo a quien quiera escuchar, lo que mi amigo “Pancho” me contó. Realizamos ya más de 170 conferencias de seguridad a bordo del automóvil y muchos, después de escuchar, se convencen que “estamos de casualidad”. Yo estoy seguro de esto.

Piense en su propio hijo. ¿Cómo fue que Ud. lo llevó del sanatorio a su casa? Seguramente el 99% dirá:” en los brazos de mi mujer y atrás” Así, lo hicimos todos. Así, está mal.

Nadie puede imaginar las fuerzas que se desatan en un choque a 40 K/H, nadie puede darse cuenta que a esta “baja” velocidad, los brazos de mama se abrirán hacia adelante sin ninguna otra posibilidad, y allí la cosa se pone complicada… Debería ser nuestro médico quien nos informe que los recién nacidos, deberían salir desde el sanatorio en una silla de seguridad infantil, de la máxima calidad (mejor que sea homologada por el fabricante del auto) atados con cinturones y mirando hacia atrás. Como estará comprendiendo, estamos de casualidad, yo escribiendo y Ud. leyendo no?

Pancho siguió, “nadie analiza que desde que un ser humano, detecta un peligro al comando de su auto, hasta que su pie toca el pedal de freno, si va a 40 K/H su auto recorrerá unos 12 metros sin siquiera iniciar la frenada”. Un tipo normal, agrego, demora casi un segundo en reaccionar… y un segundo a 40 K/H son casi 12 metros. Recién allí, su auto iniciara el proceso de detención. Pero, agrego yo, 12 metros es más que el ancho de una calle. Es decir, si se nos cruza un auto en la esquina, no habrá posibilidad de nada, no habremos ni siquiera llegado al pedal de freno. Porque será que en las esquinas que esta el cartel PARE, nosotros pasamos despacio? Estamos vivos de casualidad o no?

Los chicos son de goma, es casi un dicho popular. Es también bastante aproximado a eso, los chicos son muy flexibles y los más chicos tienen su cabeza de un tamaño que es la tercera parte de su cuerpo. En una persona mayor esta proporción es más ajustada, la cabeza representa una sexta parte de su cuerpo.

Por este motivo, si nuestros hijos van en sillas de seguridad, de mala calidad, mal sujetos, o sueltos, mirando hacia adelante, en un choque a baja velocidad, la cabeza es posible que llegue a impactar contra las rodillas y, las estadísticas dicen que este tema es bien difícil para ellos. Por eso, los más chicos y hasta que la altura de sus cabecitas no supere a la de la sillas infantiles, deben ir mirando para atrás. Tal vez, el “mejor” lugar sea el asiento de atrás y en el medio, pero es muy difícil amarrar fuertemente las sillas, por eso los actuales autos (los buenos) ya traen Isofix, un sistema de retención de las sillas infantiles más seguro que los cinturones de seguridad.

Como podrá apreciar, es muy complicado y difícil de hacer que nuestros chicos viajen seguros en un automóvil. Tal vez ya lo sabía o tal vez no, pero esto que le cuento es lo que va a pasar si no tomamos TODAS las medidas de seguridad posibles. Si no cambiamos nuestra actitud al volante, si no frenamos donde dice PARE, si no aseguramos bien a nuestros hijos a sus sillas de seguridad.

Entender esto, me llevo a cambiar mi manera de manejar, de pensar y de vivir, Nunca más pude parar de informar sobre esto, espero Ud. también lo haga. Porque creo que estamos vivos de pura casualidad no?(diario26.com.ar)

 

0 comentarios