Muy buen artículo, recomendable para padres
CONSEJO PARA ADOLESCENTES CON TDAH (Trast. de Atencion c/ o s/ Hiperactividad)
- Utiliza un sistema de control. Es importante preparar proyectos y tareas que ayuden a minimizar o eliminar los sentimientos de frustración y poner en marcha un sistema de control. Conviene descomponer en periodos cortos de tiempo aquellas tareas de mayor duración y aprender a priorizar.
- Utiliza “respiros”. Se trata de dedicar un tiempo a reorganizar, con tranquilidad, las propias perspectivas. Sobre todo cuando te encuentres cansado, preocupado o agobiado, puede ser útil que te apartes temporalmente de la situación.
- Utiliza el sentido del humor. Quienes quieran ayudarte deberán hacerlo con sentido de humor para evitar generar frustración, ansiedad o agresividad. Por otra parte, te conviene reconocer tus propios síntomas de TDAH desde esta perspectiva del humor, haciendo broma al hablar de ellos con los amigos.
- Elige un tutor. Un amigo, la pareja, o uno de tus progenitores pueden ayudarte en la organización de tus actividades, recordarte lo que debes hacer y darte ánimos.
- Puedes ser educador y educado. Si ya eres suficientemente consciente de tu trastorno por falta de atención y concentración, te conviene saber más. Lee libros y habla con profesionales sobre este tema. Desde tu experiencia puedes ayudar a muchas otras personas que se encuentran en tu misma situación.
- El TDAH es una condición o patrón de comportamiento inadaptado de base neurobiológica. Se trata de un trastorno madurativo, que implica ciertas dificultades en la capacidad de mantener la atención y/o autorregular el nivel de actividad e impulsividad. Los adolescentes que lo padecen continúan presentando serios problemas adaptativos en la adolescencia tardía y en la edad adulta.
- En el TDAH tienen lugar cambios evolutivos con el transcurrir de los años. La hiperactividad física de la niñez suele ceder al llegar la adolescencia para transformarse en una cierta hiperactividad y dispersión de tipo mental. Suelen persistir las dificultades para mantener la atención y concentración.
- El TDAH no sólo afecta al área académica (que suele ser, muy a menudo, el objeto de consulta médica). Puede afectar también a las relaciones con los padres y con los amigos, al autoconcepto y la autoestima, al estado anímico, el humor e incluso, a veces, la propia salud.
- No existen culpables. Se trata de una alteración en la bioquímica del cerebro que a menudo tiene una base genética. El problema es parecido al del automóvil que no tiene líquido de frenos. Uno aprieta a fondo el pedal del freno, pero el automóvil no se detiene. Con el TDAH ocurre algo semejante en la cabeza. Ante un estímulo cualquiera, uno no puede detenerse y su impulsividad le lleva a desviar la atención o a actuar. Cuando uno oye o ve algo que le interesa, no es capaz de controlarse para detener la atención donde conviene. La bioquímica cerebral equivale a este líquido de frenos inoperante.
- El entorno y el ambiente son muy importantes para el control del TDAH. Un buen entorno familiar, unos amigos que lo sean de verdad, una buena escuela y unos cuidados de salud adecuados son puntos clave para hacer más fácil la convivencia del adolescente con su trastorno.
- El hecho de tener un TDAH no sirve de excusa para eludir responsabilidades. El adolescente tiene que ser consciente de sus dificultades, y debe ser protagonista de las acciones que emprenda y que le puedan beneficiar en el entorno social de cada momento. El conocimiento personal de este problema ha de servir para actuar en consecuencia.
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