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Cardiopatías, mejor salud pública.

Cardiopatías congénitas de la infancia: en el país se hacen 3 mil cirugías por año

Si no se tratan a tiempo, constituyen la principal causa de mortalidad infantil. Son llevadas a cabo por cardioangiólogos intervencionistas pediátricos, y una de cada dos se realizan en hospitales públicos.

16 de Diciembre de 2012 20:17

Las intervenciones son exitosas en un 90 por ciento. Ampliar foto

Las intervenciones son exitosas en un 90 por ciento.

Por: Medios

 

Diagnósticos en el recién nacido como 'estenosis valvular aórtica', 'estenosis de válvula pulmonar', 'coartación de aorta', o 'ductus', entre muchos, anuncian la existencia de alguna de las llamadas "cardiopatías congénitas", y suelen representar para los papás una noticia terrible y sin aparentes alternativas terapéuticas.

Sin embargo en la actualidad, en la Argentina son tratadas con un porcentaje de éxito superior al 90 por ciento, similar al alcanzado en los más modernos centros médicos de los países desarrollados. Los procedimientos están a cargo de cardioangiólogos intervencionistas pediátricos, y 50 por ciento se realiza en hospitales públicos infantiles.

"Se estima que las cardiopatías congénitas afectan a entre 8 y 10 por mil de los recién nacidos, lo que da una cifra cercana a los 7.200 niños por año en la Argentina; de los cuales cerca de 7 de cada 10 requiere algún tipo de intervención, y la mitad de ellos, de alta complejidad.

En la Argentina se realizan más de 3 mil cateterismos anuales y 70 por ciento de ellos son terapéuticos (por vía percutánea, sin necesidad de abrir el pecho)", manifestó Miguel Granja, médico cardioangiólogo intervencionista pediátrico, miembro del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).

Del total de cardiopatías congénitas que requieren tratamiento invasivo, casi 7 de cada 10 se llevan a cabo en niños de 1 mes a 7 años de edad, mientras que un 20 por ciento se resuelve antes de los 18 años y el 10 por ciento restante queda para la edad adulta.

"Las patologías congénitas no tratadas representan la principal causa de mortalidad infantil. Sin embargo, afortunadamente la mayoría tiene tratamiento. En cuanto a su detección, estás anomalías pueden evidenciarse durante el embarazo, en un ecocardiograma fetal de rutina, o al momento de nacer, por el propio neonatólogo, que de tener alguna duda lo consultará con el cardiólogo pediatra", manifestó Jesús Damsky Barbosa, médico cardioangiólogo intervencionista pediátrico, también miembro del CACI.

"Las cardiopatías congénitas como las referidas a la comunicación interauricular, a la comunicación interventricular, estenosis valvular aórtica, estenosis de válvula pulmonar, coartación de aorta y ductus, entre otras y a correcciones de defectos residuales, se clasifican en "Únicas" cuando se presentan con una sola malformación y las 'Asociadas' cunado se presentan con más de una malformación. Del total, un tercio requiere tratamiento urgente, algunas incluso en el vientre materno antes del nacimiento, otro tercio necesita que se realice una intervención durante la niñez o la adolescencia del afectado, y el último tercio no precisa tratamiento alguno, y el paciente puede llevar una vida absolutamente normal", expresó José Luis Alonso, cardioangiólogo intervencionista pediátrico, miembro del CACI.

Cardiopatías congénitas más frecuentes

Estenosis valvular aórtica: se manifiesta desde el período neonatal. Consiste en una mala formación de la válvula aórtica que hace que esté parcialmente ocluida y que no se abra del todo. Se resuelve por vía percutánea realizando una valvuloplastia con balón.

Estenosis de válvula pulmonar: se manifiesta desde el período neonatal. Consiste en una mala formación de la válvula pulmonar que hace que esté parcialmente ocluida y que no se abra del todo. Se resuelve por vía percutánea realizando una valvuloplastia con balón.

Coartación de aorta: consiste en el estrechamiento de una parte de la aorta, que generalmente impide el paso normal de sangre. En etapa neonatal se resuelve con cirugía y por sobre los 18 kg se resuelven mediante angioplastia con colocación de stents.

Ductus Arterioso: es una comunicación anormal entre la aorta y la arteria pulmonar que produce una aumento significativo de sangre en los pulmones. Si la comunicación es grande, el corazón tendrá que trabajar con más fuerza, y como consecuencia pasará más sangre a los pulmones, con el peligro de que puedan congestionarse. Se resuelve en el 95 por ciento de los casos por vía percutánea.

Comunicación interauricular: cuando el bebé está en el útero materno, las cámaras superiores del corazón (aurículas) están abiertas para permitir que la sangre fluya sin pasar por los pulmones. Si estas aberturas no se cierran al momento del nacimiento del bebé, queda un orificio entre las aurículas del corazón. Hay un tipo que se cierra por vía percutánea, mediante un dispositivo oclusor, pero la mayoría requiere de cirugía.

Comunicación interventricular: constituye uno de los defectos cardíacos congénitos más frecuentes. Es cuando los ventrículos izquierdo y derecho del corazón no están separados del todo, quedando unidos por un orificio. Si el orificio es grande, el corazón bombeará demasiada sangre a los pulmones, con el riesgo de provocar insuficiencia cardíaca.

Correcciones de defectos residuales: se da en pacientes que han sido operados y luego por vía percutánea se realiza un procedimiento de complementación en el seguimiento longitudinal. 

 

Fuente: El Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) es la única sociedad argentina en esta especialidad. Fue creado en 1985 con la finalidad de nuclear a todos los especialistas en diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares por cateterismo. Hoy cuenta con más de 500 miembros asociados.

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