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Hosp. CISB :Centro Integral de Salud Banda

I.T.S.(Infecc. de Transm. Sexual) algunos items de prevenc.

¿Cuáles son las ITS más comunes?

Si bien las listadas aquí no son todas, forman la mayor parte del grupo de contagio más habitual:

 

 

¿Quiénes las causan?

Son causadas por microorganismos que proliferan principalmente en los órganos sexuales. Entre estos microorganismos se encuentran las bacterias, los virus, los hongos y los protozoarios. Algunos de estos producen infecciones curables, mientras que otros pueden causar daños irreparables o, en casos extremos, la muerte. Además, algunas de estas infecciones no presentan síntomas, sin embargo el portador puede contagiar a otra persona aún sin presentar síntomas visibles.

¿Qué afectan?

La mayoría de los microbios causantes de estas infecciones necesita lugares cálidos y húmedos para vivir. Por esto infectan la boca, el recto y los órganos sexuales (la vagina, la vulva, el pene y los testículos). Pero además de infectar los órganos sexuales y reproductores, otras (VIH, hepatitis B, sífilis) causan infecciones generales en el cuerpo.


¿Cómo se transmiten?

Estas infecciones se transmiten durante las relaciones sexuales por la vagina, por el ano o durante el sexo oral (felatio/cunnilingus). Algunas de estas infecciones (VIH y hepatitis B) también pueden transmitirse en contacto con sangre infectada.


¿Qué pasa si se está afectado con una ITS?

Todo paciente en el que se detecte una ITS debe ser considerado como posible portador de otras ITS y, por lo tanto, hay que realizar los pertinentes estudios para descartarlas (serologías de hepatitis, VIH y sífilis), así como realizar un seguimiento para diagnosticar las posibles seroconversiones. Se debe estudiar a todos los contactos sexuales con el fin de evitar reinfecciones y la propagación de la infección.
Ante la sospecha de una ITS hay que realizar una meticulosa historia clínica donde se reflejen los hábitos sexuales, antecedentes previos sobre estas infecciones, el último contacto de riesgo para intentar delimitar el período de incubación, ITS previas en la pareja, historia de viajes al extranjero y la toma previa de antibióticos que puedan enmascarar la sintomatología.


¿Qué hacer si sospecha de infección?

Si crees tener una infección de transmisión sexual, acudí inmediatamente a que te revisen en un Centro de Salud o a tu profesional de confianza. No te quedes esperando a que la infección desaparezca, porque no se cura de manera milagrosa. Además, mientras antes inicies un tratamiento, más posibilidades de éxito tenés a tu favor. En cualquier lugar a donde vayas para tratamiento, tu caso será tratado de manera totalmente confidencial.
Es posible que sientas vergüenza por tener una ITS. También puede ser difícil para vos ir a la consulta a pedir ayuda. Pero aunque te sea difícil, debés recibir tratamiento. Es la única manera de curarse.


¿Cómo se tratan las ITS?

La mayoría de las infecciones transmitidas sexualmente pueden tratarse con antibióticos, pero dependerá de cada infección en particular. Para matar a los gérmenes que causan estas infecciones, hacé exactamente lo que te diga tu médico. Asegurate de tomar la medicina hasta que se termine el tratamiento. Nunca sigas consejos caseros o algo que hayas leído en una revista, en la red, o en este mismo sitio. Es el profesional que hayas elegido el que debe ofrecerle la solución para tu caso en particular.
Además, sería muy recomendable que les digas lo que te está pasando a todas las personas que han tenido relaciones sexuales últimamente con vos. Si ellos/as no reciben tratamiento, pueden transmitir la infección a otra persona. Hasta pueden contagiarte a vos mismo nuevamente.


¿Cuáles son los síntomas a tener en cuenta?

En caso de que vos, o tu pareja sexual, presente alguno de estos síntomas en el área genital, es imprescindible que acuda/n a una consulta al facultativo, para poder ser revisado:

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    • Necesidad de orinar continuamente

    • Comezón alrededor de los órganos sexuales

    • Dolores abdominales recurrentes

    • Olores fuertes o desagradables en los genitales

    • Sangrado (fuera del momento de la menstruación en las mujeres)

    • Hinchazón de los órganos sexuales

    • Llagas, ronchas o ampollas cerca de los órganos sexuales, ano o la boca

    • Ardor o dolor al orinar o al mover el vientre

    • Úlceras

    • Chancro

    • Demasiada sensibilidad en la zona

    • Irritaciones de los genitales o alrededor de ellos

    • Cambios en la orina

    • Ganglios inflamados

    • Verrugas

    • Dolor durante o después de las relaciones sexuales

    • Flujos anormales o con olores desagradables de la vagina, el pene o el recto


¿Qué precauciones se pueden tomar para no contagiarse?

A medida que el número de parejas sexuales crece, proporcionalmente se incrementa el riesgo de contraer una infección de transmisión sexual. Para reducir ese riesgo, existen varias medidas que se pueden tomar. Entre ellas:

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    • Limitar tus relaciones sexuales a una sola pareja que esté sana o en su defecto a la menor cantidad de parejas posibles. Tener en cuenta que la promiscuidad es el principal riesgo de contraer una ITS.

    • Usar preservativos en todos los casos, pues impiden que los organismos infecciosos ingresen en la vagina o en el pene.

    • Usar espermicidas que en muchos casos evitan que organismos infecciosos ingresen al útero.

    • Después de practicar sexo anal lavar cuidadosamente el pene antes de realizar sexo vaginal. (Si se ha realizado con preservativo desechar el mismo y colocarse uno nuevo).

    • Autoexamen periódico de las zonas íntimas y visita inmediata a tu médico en caso que tenga alguna sospecha, o presentes algo anómalo.

    • Evitar el uso de ropa interior muy ajustada y húmeda, traje de baño mojado, etc.

    • Higiene íntima: mantener los genitales siempre limpios.

Con respecto a este último punto, sirvan estos como sugerencias:

Para los hombres:
Baños o duchas diarias. Si el pene no está circuncidado deberá limpiarse con mayor atención en la zona del glande, echando hacia atrás completamente el prepucio, para evitar acumulación de secreciones en ese lugar. Una vez producida la higienización, secar muy bien la zona para evitar la posibilidad de hongos. Cualquier secreción extraña debe ser consultada con el médico.

Para las mujeres:
Baños o duchas diarias. Es recomendable limpiarse después de cada deposición desde la vagina hacia el ano, para evitar que los gérmenes de este último provoquen infección genital. En la limpieza genital diaria no conviene enjabonarse los labios de la vagina para evitar irritación de los tejidos de la vulva. Contrariamente a la creencia popular, es recomendable tomar duchas o baños regulares durante la menstruación. No utilizar, salvo prescripción médica, desodorantes vaginales o toallas íntimas con desodorantes que puedan irritar la zona. Después del coito, un lavado vaginal no sólo es ineficaz anticonceptivamente hablando, sino altamente irrecomendable, ya que se destruye la flora vaginal aumentando los riesgos de infección. Cualquier secreción extraña, o síntomas de los expuestos más arriba, debe ser consultada de manera inmediata con el médico.(sexualidadparatodos.com.ar)

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